(...) en el misterio de la Asención de nuestro Señor Jesucristo a los Cielos. Ni paises ni pueblos, ni nombres propios, pero desafortunadamente, quien no ORA, Y NO VIBRA CON LO ESPIRITUAL, muy difícil va a poder entender lo que en este santuario nosotros buscamos, que por nuestra oración seamos un "pararrayos" para la humanidad. Desafortunadamente, repito, he optado por grabar los mensajes en mi alma, he irlos escribiendo y teniendo en secreto, que seguir creando confusión, en muchas mentes débiles que confunden, el poder de la oración, a creer, que YO oro para que sucedan desgracias. Esto me ha dejado fuera de base. Porque Nunca y ustedes son testigos, que aquí solo oramos, para que Nuestra Señora, aleje de nosotros la adversidad, y sí nos la anuncia, es que Ella dándonos a conocer lo que va a suceder, nosotros demos gracias porque si hubiese sucedido como ELLA nos lo dice seguramente muchos de nosotros, aquí ya no estaríamos.
Quiero ser nuevamente enfático y claro: Aquí solamente bajamos del Cielo las bendiciones para toda la humanidad; Y no soy un profeta, ni jamás me las daré de mago o adivino, ni de falsas premoniciones.
Mi única meta en la vida es darle esperanza, amar la vida y enseñarnos a repetarla, pero tristemente, no todos entienden que aquí venimos a Orar, para que la Señora ateje como hemos visto en todos sus mensajes que han sucedido igual si Ella no lo hubiera dicho sucederían las cosas, pero con una brecha enorme, tal vez como deberían suceder. Pido mis disculpas, ofrezco mis disculpas, si en algún corazón bueno, he creado dudas o miedos mi única idea es, con ustedes abrir el cielo, para que el Cielo nunca desempara la humanidad.
Quiero ser entonces claro, no hago premoniciones falsa, ni soy un falso profeta, simplemente oramos; y quién tiene Luz el Alma le vibra, cualquier sensación cualquier vibración espiritual, las almas se vuelven muy sensibles y creo que esa es el Alma mía, de mucha sensibilidad, hago esta claridad porque en este cuarto misterio, vamos a pedirle a la Santísima Virgen, que detenga tanta mente oscura, tanto corazón torcido, y ataque ese ADN en la sangre para ser tan inhumanos, tan criminales, de estarnos matando un pueblo. Nos están matando el pueblo, Nos están desapareciendo los jóvenes: Señora detén ésta ola de muerte, detén éste momento crucial de esta patria, que pueda desangrarse por el hambre, la corrupción, la salud, todo lo grabe y lo malo que nos sucede, lo peor de lo malo es la muerte. Por favor Señora, desarma tanto espíritu violento, tanto espíritu asesino y agresivo y ataca a los que matan. En cinco meses han asesinado cinco sacerdotes, más no es porque sean sacerdotes, es porque en el último sacerdote, vimos la degradación moral de un pueblo, que por robar un celular, matan a un hombre. Vemos los macabros asesinatos, torturas, a niños apenas nacidos, vemos que sigue pasando el tiempo, y no nos entregan ese abanico de secuestrados colombianos cristianos católicos, que nos quiten todo, pero pidámosle al cielo que nunca nos arrebate, nuestra sensibilidad, nuestro tejido humano, para que nunca seamos insensibles a todo lo que pasa, porque de lo contrario, seremos culpables y cómplices, de todo lo que está sucediendo.
Señora linda, vuelvo y le pedimos, no más sangre, en ésta alfombra roja, que no cabe más sangre, te lo suplicamos, desde quién produce el aborto, quién deja practicarlo, quién lo patrocina. Cada segundo en el mundo se cuenta un aborto, y en Colombia, nos dejan saber muy pocas cifras, de los asesinatos de cada día, pero estamos, ante una cifra tan alarmante, que para no decirnos que estamos en guerra, no nos muestran números pero en Colombia están sucediendo más de cincuenta asesinatos todos los días, y esto es el tope el límite, de la degradación moral, social de una comunidad, que somos buenos, porque los Colombianos somos buenos, somos más buenos pero algunos torciditos, que pueden volversen buenos y no los juzgamos aquí, pero les pedimos a Dios que los ayuden a convertir.
Amemos la vida, cuidemos la vida, respetemos la vida, así sea con un gesto, con una palabra, con una mirada, no hagamos daño a la vida, tantos sin saberlo, sea han convertido para otros, en verdugos, que torturan por sus gestos, y actitudes.
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